מֶלֶךְ בְּיָפְיֹו תֶּחֱזֶינָה עֵינֶיךָ תִּרְאֶינָה אֶרֶץ מַרְחַקִּים -Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος.

Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.

Lucas
23:42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

sábado, 10 de abril de 2010

La ley de la siembra y la cosecha

La ley de la siembra y la cosecha
Por: Erick Simpson Aguilera


2Co 9:1 Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba;
2Co 9:2 pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la mayoría.
2Co 9:3 Pero he enviado a los hermanos, para que nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para que como lo he dicho, estéis preparados;
2Co 9:4 no sea que si vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza.
2Co 9:5 Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.
2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
2Co 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
2Co 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
2Co 9:9 como está escrito:
Repartió, dio a los pobres;
Su justicia permanece para siempre.
2Co 9:10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
2Co 9:11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
2Co 9:12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios.

En estos últimos días en que nos encontramos actualmente, escuchamos por doquier, acerca de sembrar en x ó y ministerio, en x ó y maratón, en x ó y festival, en x ó y artista "cristiano", en x ó y programa televisivo "evangélico", en x ó y canal de televisión "cristiano", en x ó y "apóstol", etc., a cambio supuestamente de una cosecha abundante para el sembrador.

Para esos fines de siembra y cosecha se usa y abusa de muchos textos bíblicos sacados de contexto, y el pasaje de 2da de Corintios 9, previamente citado, es uno de los favoritos de los recolectores de semillas, para logar saciar sus apetitos desmedidos de acumular riquezas para sus emporios personales y egoístas.

Ahora bien, que nos dice realmente el texto en cuestión sobre el particular, ¿Aprueba Dios estos maratones, festivales, recolectas y actividades mercantilistas que proliferan en la cristiandad de hoy dia?, ¿Es el pasaje objeto de nuestro estudio un aval para tal proceder?

Acompáñenme a realizar juntos, una exegesis e interpretación seria del pasaje de 2da de Corintios 9. Para tales efectos seguiremos la metodología explicada en el video posteado a continuación:

(Hacer click en el triángulo de play)

Dicho esto, procedamos con nuestro estudio:

Observación:

1. ¿Qué dice realmente el pasaje de 2da a los corintios 9?
Este pasaje trata acerca de una contribución, ministración u ofrenda que debía ser recolectada a pedido de Pablo, la cual sería retirada por ciertos hermanos que serían delegados por Pablo para tal fin, y quizás el mismo Pablo también iría con la comitiva a retirar la ofrenda en mención.

2. ¿A quienes va dirigido el pedido de contribuir con la ofrenda?
A la iglesia ubicada en Acaya Corinto.

3. ¿Qué relación tenia Pablo con esta iglesia?
Fue su fundador.

4. ¿Cómo era la iglesia de Corinto?

(Hacer click en el triángulo de play de ambos videos, en el mismo orden en que aparecen)



5. ¿Cuál era el propósito de la ofrenda recolectada en Corinto a pedido de Pablo?
Aliviar el hambre severa que estaba asolando a los cristianos de Jerusalén.
Hechos 11:27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.
Hechos 11:28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
Hechos11:29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;
Hechos11:30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

6. ¿Cuál era el trasfondo acerca del tema de la ofrenda para los santos de Jerusalén?
En la conferencia celebrada en Jerusalén (46 d.C.) durante la cual se acordó que Pablo y Bernabé continuarían con la obra de evangelización entre los gentiles, mientras que los dirigentes de la iglesia de Jerusalén se dedicarían a la misión entre los judíos (Gá. 2:1–10), dichos dirigentes en Jerusalén agregaron un pedido especial de que Bernabé y Pablo siguieran teniendo presentes a "los pobres", pedido que se puede apreciar mejor si se tiene en cuenta el socorro que la iglesia de Antioquía había enviado para los creyentes de Jerusalén por mano de Bernabé y Pablo en vista del hambre reinante en aquellos tiempos (Hch. 11.30). Al informar sobre este pedido, Pablo agrega que se trataba de un asunto que merecía atención muy especial de parte de él mismo. Siempre lo tuvo presente durante sus actividades evangelísticas en las provincias al oriente y occidente del Egeo, y en los últimos años de ese período se dedicó con toda energía a la organización de un fondo de socorro para Jerusalén en las iglesias de Galacia, Asia, Macedonia, y Acaya.

Interpretación:

¿Como reaccionaron los corintios ante el pedido de ofrenda de Pablo?
En teoría estaban preparando dicha ofrenda desde hacia un año atrás (2Co 9:2), no obstante, Pablo muy precavido enviaría una delegación en avanzada, para asegurarse de que la ofrenda estuviera lista a la hora de retirarla, y evitarles así una vergüenza en caso contrario, toda vez que, los había puesto como ejemplo en otras iglesias (Macedonia). También se infiere en esta carta de Pablo a los corintios, que los mismos necesitaban un empujón para acabar de convencerlos sobre la necesidad de sembrar una ofrenda generosa para esta noble causa. 2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 2Co 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. De hecho, en los versículos de 2Co 12:14 -21 y 13:1, da la impresión que algunos dudaban del manejo que Pablo le daría a la ofrenda, y lo sentían al mismo, una carga y gravoso, razón por la cual tuvo que defender sus motivos en dichos versículos.

Aplicación:

¿Que enseñanza practica podemos aplicar a nuestras vidas como cristianos, en base al pasaje estudiado?

I- Es necesario sembrar generosamente en el el reino de los cielos (buena tierra):

2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.


La idea clave del pasaje tratado es, sembrar generosamente en el reino de los cielos, es decir, en una causa que Dios apruebe y que califique como correspondiente a los negocios del Padre, como en efecto lo era, el fondo de socorro para aliviar el hambre que sufrían los cristianos de Jerusalén. En otras palabras, se trata de sembrar en buena tierra (el reino de los cielos), no en tierra estéril, desértica, infructífera, ni en causas ajenas al reino de Dios, ni en reinos personales, ni en el reino de las tinieblas, etc.

Para sembrar generosamente una semilla que tenga efectos en el reino de los cielos y obtenga una buena cosecha, hay que tomar en cuenta, el tipo de tierra donde sembramos, con la finalidad de evitar desperdiciar nuestras semillas en una tierra junto al camino, donde las aves se las comerán, ni en pedregales donde no hay mucha tierra ni profundidad y el sol quemara la semilla al brotar, y mucho menos entre espinos que ahoguen a las semillas e impidan que las mismas den fruto. De manera que, hemos de sembrar en buena tierra que produzca fruto abundante para la gloria de Dios.

Este principio de que, solo lo sembrado en buena tierra da buen fruto, enseñado por Jesús en la parábola del sembrador, también aplica para el pasaje que nos ocupa, no obstante, la diferencia entre las semillas de ambos pasajes, a saber, la palabra de Dios como semilla en la parábola de Jesús, y la ofrenda como semilla en el texto objeto de nuestro estudio. En cuanto a la palabra, es menester sembrarla en cualquier tipo de tierra, y con relación a las ofrendas, se precisa sembrarlas en buena tierra, pero, en ambos casos, solo la buena tierra producirá buen fruto.

Ahora bien, ¿qué significa sembrar en el reino de los cielos? Significa que, debemos contribuir con nuestros bienes en obras que exalten el nombre de Dios, léase, la predicación de la palabra (evangelismo no adulterado), misiones (establecimiento de iglesias y discipulos conforme a la sana doctrina), sostenimiento de la iglesia local donde nos congregamos (examinando la transparencia y uso que se dan a los fondos), aliviar la pobreza de los necesitados, etc.

¿Caen dentro de esta categoría (buena tierra), los maratones, festivales de siembra y cosecha, ventas de milagros, trueques de semilla sembrada en x personaje o ministerio de dudosa procedencia y motivos oscuros, a cambio de cosechas abundantes de bienes monetarios con el propósito de acumular riquezas para gastar en deleites personales de ambas partes (recolectores y sembradores)?


Respondiendo a la pregunta antes planteada, no constituyen buena tierra para sembrar nuestras semillas con la esperanza de que produzcan buen fruto y cosecha de parte de Dios, personajes que, utilizan dichas semillas para agrandar sus cuentas bancarias personales, que buscan vivir en deleites a costillas del pueblo de Dios, que acumulan dichas semillas para adquirir mansiones, automóviles lujosos en mayor cantidad de la que necesitan, aviones y jets millonarios para inflar sus egos, suites presidenciales en los mejores hoteles del mundo para darse una vida de reyes.

Tampoco son buena tierra para sembrar, "ministros" que enseñan y predican herejías y falsas doctrinas, con el fin de debilitar a la iglesia del Señor y exponerla al dominio del reino de las tinieblas, léase, pastores y maestros del G-12, apóstoles no bíblicos basados en la herejía del dominionismo, falso evangelio de la prosperidad, etc.


Debemos tener mucho cuidado de asegurarnos en que reino estamos sembrando, si en el reino de los cielos, que busca ganar almas para Dios en el nombre de Jesús, o en el reino de las tinieblas, que busca contaminar e infectar las almas con falsas doctrinas y herejías que las apartan de Dios; abramos bien los ojos amado pueblo de Dios, para evitar caer victimas del engaño, por falta de conocimiento bíblico.

No tiene comparación el santo y sano propósito de la ofrenda recolectada por Pablo en el texto que nos ocupa, a saber, un fondo de socorro para aliviar el hambre de los cristianos de Jerusalén, con los excesos, apetitos desmesurados y abusos en que incurren muchos de los falsos apóstoles modernos en nombre del evangelio, tergiversando las escrituras, y arrastrando las almas con su engaño rumbo al despeñadero.

II- Es importante la actitud del corazón del que siembra (ofrenda):

2Co 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Abel y Caín ofrendando a Dios
Es de vital importancia la actitud del corazón del sembrador que pretende obtener un fruto digno y bendecido por Dios, es decir, no podemos sembrar hipócritamente para que nos reconozcan como cristianos piadosos, ni tampoco hacerlo por obligación de una manera religiosa, es decir, para cumplir con un ritual, pero, dolidos en el fondo del corazón por desprendernos de algo para Dios, ni mucho menos debemos sembrar de una manera mercantilista y egoísta para recibir una abundante cosecha para despilfarrar en excesos, deleites y fines que no glorifican a Dios.

Así como es importante saber si Dios aprueba la tierra en que sembramos, también es importante saber, si nos aprueba a nosotros como sembradores, ojala que nuestros motivos sean sanos, y que Dios se exprese de nuestra ofrenda como hizo con la de la viuda.

Lucas 21:1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.
Lucas 21:2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.
Lucas 21:3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.
Lucas 21:4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

Es preciso examinar nuestros corazones, y enderezarlos si fuera el caso, preguntarnos cómo, para qué y con qué actitud estamos sembrando (ofrendando), de manera que, Dios reciba nuestra ofrenda (siembra) como olor fragante y la bendiga con una buena cosecha, es decir, asegurarnos de que seamos Abel y no Caín, a la hora de ofrendar.

III- La cosecha que obtengamos de Dios por nuestra siembra tiene un fin específico.

2Co 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
2Co 9:9 como está escrito:
Repartió, dio a los pobres;
Su justicia permanece para siempre.

Es cierto que el acto de sembrar, persigue el fin de cosechar, ahora bien, ¿cómo utilizaremos la cosecha? Desde la perspectiva divina, se espera de nosotros que seamos buenos administradores de aquello que Dios nos otorga, por esta razón el pasaje que estamos analizando enlaza la cosecha abundante dada por Dios, con el repartir a los pobres (2Co 9:9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre), es decir, debemos suplir nuestras necesidades en primera instancia, léase, nuestro seno familiar, pero, no acumular el excedente de la cosecha. Si la cosecha es tal, que alcanza para suplir nuestras necesidades, y las de otros hermanos y no hermanos en la fe, pues, se espera de nosotros como buenos administradores que, invirtamos dicha cosecha abundante, correctamente. 2Co 9:11 Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. NVI.

De hecho, si leemos el contexto entero del texto que estamos estudiando (2da a los corintios 9), analizando también el capitulo 8 de 2da a los corintios, notaremos que, Pablo habla de igualdad, es decir, esperaba que la iglesia de Corinto que era más prospera, diera más que la iglesia de Macedonia, la cual desde su pobreza contribuyó para los pobres de Jerusalén, buscando así un balance entre ambas congregaciones (2Co 8:14-15).

De modo que, entendemos por estos pasajes bíblicos, que Dios no esta de acuerdo con el acaparamiento y acumulación de bienes por el simple hecho de acumular, cuando hay tanta necesidad a nuestro alrededor, así que, si recibimos una buena cosecha sigamos invirtiéndola en buena tierra y Dios nos confiará más semillas y más frutos por ser buenos administradores de sus bienes. 2Co 9:10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.

Conclusión
Recapitulando:

1. Debemos sembrar en buena tierra (en el reino de los cielos), no en mala tierra estéril y desértica (el reino de las tinieblas y los falsos ministros que esparcen herejías).

2. El sembrador debe revisar su corazón y ofrendar por motivos sanos y santos, de manera que, Dios se agrade de nuestra ofrenda (siembra) cual olor fragante, como hizo con Abel.

3. La cosecha abundante debe repartirse con la familia de la fe y el prójimo, una vez cumplamos en primera instancia, con nuestro seno familiar, de manera que, se mantenga el flujo de semillas y fruto. De esta forma no pararemos el fluir de la mano de Dios, quien requiere de buenos administradores para derramar bendiciones hasta que sobreabunden y garantizar así que haya pan en su casa.

Si seguimos estos principios bíblicos enunciados en 2da a los corintios 9 con respecto a la ley de siembra y cosecha (ofrendas), Dios fluirá con sus bendiciones sobre nosotros. Por tanto, no permitamos que nos muevan de estos fundamentos bíblicos, los falsos maestros que tuercen las escrituras para sus mezquinos intereses; siempre pregúntate antes de sembrar si es buena tierra en la que siembras, asegúrate de hacerlo por los motivos correctos y administra bien la cosecha.

Dios te ayudara a discernir y sabrás que ministerios son buena tierra para sembrar y cuales no dan frutos dignos, y por ende no soportarían la prueba que Jesús le puso al Joven Rico, es decir, a muchos de estos modernos mercaderes del templo que transan con la fe y supersticiones de los ingenuos, si Jesús les pidiera que dejaran sus iglesias, canales televisivos, y ministerios musicales, a otros pastores, cantantes, etc. y que vendieran todos sus bienes personales acumulados, léase, autos de lujo, aviones y jets millonarios, mansiones, cuentas bancarias y otras excentricidades por el estilo, para repartirlos a los pobres y que se trasladaran siguiendo a Jesús, y tomando su cruz, a un lugar remoto e inhóspito a predicar el evangelio a los pobres que no tienen para ofrendar y diezmar, como hicieron Pedro, Pablo y los verdaderos apóstoles, demostrarían realmente lo que son, unos falsos apóstoles, asalariados, y mercaderes de la fe, que jamás renunciaran a sus riquezas terrenales, porque para ellos sus imperios son la Gran Babilonia que ellos edificaron y nadie tiene el derecho de quitárselos, ni siquiera Dios, pero cuando la Gran Babilonia caiga, ya veremos de que sirvieron sus riquezas acumuladas.

Dios les bendiga ricamente.

Erick Simpson Aguilera.

Pro 10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.

Bonus: Estudio de las epistolas a los corintios:
(Hacer click en el botón de menú, en la esquina inferior izquierda y escoger view fullscreen para ver la diapositiva en pantalla grande, pulsar la tecla de escape para regresar a pantalla normal)

2 comentarios:

Maria dijo...

Muy buen aporte me gusta ,te felicito un abrazo
Maria

Erick Simpson Aguilera dijo...

Dios te bendiga mucho Maria.

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